1 diciembre 2017
Soy Mikaël,
Príncipe y Regente de las Milicias Celestes. Bien amados Hijos del Uno, que la
Paz, el Amor y la Verdad sean la expresión permanente de vuestro corazón.
Por supuesto
que más allá de esta cita del viernes del 1 de diciembre de vuestro año 2017 a
las 22 horas, la comunión de los corazones en el Fuego Ígneo de mi Presencia y
de vuestra Presencia, es accesible ahora para cada uno de vosotros cualquier
día, a cualquier hora o en cualquiera lugar.
…Silencio…
Instalémonos primero
juntos en este Fuego Ígneo.
…Silencio…
En estos
tiempos que vivís desde el mes de marzo de vuestro año 2017, sois cada vez más
numerosos, bien amados del Uno, en vivir vuestra revolución interior. Muchos de
vosotros, sea cual sea el estado anterior a este período, descubren cada vez
más fácilmente la Verdad. La que no puede acompañarse de ninguna palabra referente
a este mundo, como de ninguna historia referente a este mundo, os está apareciendo
de una manera cada vez más franca y cada vez más clara, dándoos a vivir, por la
Teofanía, aunque no percibáis la vibración ni siquiera las energías, está implicando
algunas consecuencias.
Estas
consecuencias, que muchos de vosotros ahora viven de una manera cada vez más
extensiva y evidente, referente al acceso a la vacuidad, a la Eternidad y a la
Paz, y esto, sea cual sea lo que esté ocurriendo en vuestra historia personal
efímera, llevándoos, a cada uno de vosotros, a reposicionaros en lo más próximo
a la Verdad, Verdad que trasciende cualquier historia de este mundo, como cualquier
experiencia de la conciencia, anunciando la inminencia del Juramento y de la
Promesa, que muchos de vosotros ya viven.
Tal y como lo
constatáis de múltiples maneras, las llamadas al orden de la Luz se vuelven
cada vez más apremiantes, llevando a una parte importante de vosotros hoy, a
evaluar qué es vuestra eternidad y qué es el efímero, implicando un
reposicionamiento que nombraría de Último, de vuestra conciencia.
Todo lo que tenía
que cumplirse, por las Milicias Celestes, con respecto a mi labranza de la
Tierra en la totalidad de vuestros Elementos, se ha acabado hoy. Así, a partir
de ahora y a partir de hoy, paso la espada de la Verdad al Arcángel Uriel que
viene a impulsar las últimas reversiones, los últimos retornos, y hacer estallar
en vosotros las últimas resistencias, las últimas incertidumbres en cuanto a lo
que sois. Que viváis su quintaesencia, o que sólo penséis en ello o que sólo lo
imaginéis, no cambia nada a la verdad de lo que está aquí.
Para aquellos
de vosotros que perciben los mecanismos vibratorios de la Eternidad, constatáis
fácilmente, más allá de cualquier descripción, unas nuevas manifestaciones. Que
sean en vuestra cabeza, en vuestra conciencia, en vuestros sentidos, y en
vuestro cuerpo, manifiesta claramente para cada uno de vosotros, que no hay ninguna
otra posibilidad que la de acoger la Felicidad, la verdad que sois, y esto, diga
lo que diga vuestro cuerpo o vuestro personaje, digan lo que digan vuestras
historias en el seno de este mundo. Lo importante no está ahí. Lo importante es
la Verdad desnuda que sois, y que aparece de una manera cada vez más contundente
y cada vez más evidente, llevando, como lo estipuló el Comendador de los
veinticuatro Ancianos, a que muchos de vosotros vean la intensidad y la
duración de estos momentos de vacuidad, que se intensifican para que el efímero
de vuestra vida esté cada vez menos presente, reemplazado entonces por ese
estado de beatitud, de Felicidad y de vacuidad, que ninguna palabra podría
traducir ni siquiera explicar.
Aquellos de vosotros,
que habéis realizado la alquimia de la Corona radiante ascensional del corazón,
con la tri-Unidad, y la Corona de los cuatro Elementos de la cabeza, marca en vosotros
la liberación efectiva de cualquier apego y de cualquier creencia, referente a
vuestro personaje en el seno de este mundo.
Las llamadas al
orden de la Luz, a partir de hoy, van a multiplicarse para cada uno de vosotros,
llevándoos, en definitiva, a no tener ninguna elección ante la Evidencia que
está ahí.
La conciencia
eterna, o supraconciencia, entra concretamente en manifestación en el mismísimo
seno de este efímero.
Tal y como
podéis imaginarlo, y como tal vez, para aquellos de vosotros interesados por
los acontecimientos de este mundo, sea cual sea su naturaleza, y en particular
a nivel de las señales geofísicas, cósmicas y planetarias, demuestran que la
evidencia del proceso terminal de la Tierra, está por fin manifestándose.
La intensidad
de la Felicidad, o de la Paz, o de la vacuidad, durante las llamadas al orden
de la Luz, y de múltiples maneras, os lleva a realizar y a concientizar, que no
sois nada de lo que podéis conocer, y que en la Paz, ningún guión, ningún
papel, ninguna función, ni siquiera la más prestigiosa en el seno de este
mundo, os es de ninguna utilidad ante la evidencia de la Paz a la que la Luz os
llama, y os ordena a uniros a vosotros
mismos, en las esferas de la belleza, de la Verdad, ahí donde ninguna muerte ni
ningún nacimiento, puede entorpecer la Felicidad de la conciencia, tomando su
fuente en el seno de la a-conciencia.
Cada día, lo
que podréis ver, sobre la pantalla de vuestro efímero, como sobre la pantalla
del mundo, sólo podrá traducirse por dos posicionamientos: la indiferencia o la
Paz.
Tal y como os
fue estipulado, el incremento de los mecanismos de disolución de la matriz
llegan a su término, dándoos y desvelándoos la verdad sobre vosotros mismos, referente
a la persona, y sobre todo sobre a vosotros mismos referente a lo que sois en
verdad. Es lo mismo para todas las historias de este mundo, que se refieran a
los países, a las familias, a los individuos, a las parejas, o a la relación
que sea. La iluminación, a veces brutal, de la Luz, no puede dejar ningún lugar
a ninguna duda acerca de la verdad y de la falsedad, en vosotros como al
exterior de vosotros. Es así como la majestad de la Gracia, el Manto azul de la
Gracia, el Fuego Ígneo y la Teofanía perpetua, vuelve a alinearos de manera cada
vez más evidente, penséis lo que penséis y digáis lo que digáis, para vivir la
verdad de la humildad y de la simplicidad, ahí donde efectivamente ya no hay
ahora, en el seno mismo de este mundo, para vosotros, ningún sitio para la
dualidad, ningún sitio para la elección, y ningún sitio para lo que sólo pasa.
Así, según el
grado de revelación en cada uno de vosotros, la Luz va a exigiros, de manera
cada vez más iterativa y más intensa, a dejar cualquier lucha, a dejar
cualquier reivindicación, y hasta diría, a situaros de manera espontánea en la
alegría de vuestra eternidad, ahí donde nada de lo que sólo pasa, en el seno mismo
de este mundo, ahí donde ningún concepto, ahí donde ninguna religión, ahí donde
ningún pensamiento puede seros de ninguna utilidad. Así es la verdad del Amor
en su desnudez primera, muy anterior a la manifestación de lo que es nombrada
la conciencia, sea cual sea la dimensión y sea cual sea la forma.
La
transustanciación de vuestro cuerpo de carne sucede de una manera más intensa, llevándoos
a veces a un sentimiento de confusión, en cuanto a la existencia de este
cuerpo, de vuestra vida, mucho más que con los disgustos vividos estos últimos
años, llevándoos a la evidencia con todavía más nitidez, y sobre todo con más
intensidad. Es así como los mecanismos que llamáis estasis, consecutivos a la
Llamada de María, se manifiestan para algunos de vosotros, sea cual sea el
lugar donde estéis, en las franjas horarias desde las 17 horas hasta
medianoche, llevándoos a vivir, sea cual sea vuestra ocupación del momento, e incluso
si estáis durmiendo, a reposicionar vuestra conciencia nada más despertaros, nada
más regresar, en el recuerdo o en la vivencia de esta vacuidad, de esta Felicidad
sin objeto que hoy, encuentra su culminación en la disolución misma de vuestra
propia historia individual y colectiva, en el plano más denso y concreto de
vuestra materia, tal y como la nombráis.
Conque, por la
finalización de mi papel en el seno de este mundo, puedo hoy intervenir en cada
uno de vosotros, sin ninguna discriminación de Despertar, de religión, de sexo,
de edad, o de nada anterior. Así es la Gracia de la Luz, no toma en cuenta
ninguna historia, ningún karma, sino simplemente vuestra capacidad a aceptar el
sacrificio de vuestra conciencia para reencontrar lo que es anterior a la
expresión de vuestra conciencia. Es este proceso que está ocurriendo ahora, y
para algunos de vosotros desde hace ya muchas semanas, que hoy se despliega a
nivel colectivo de la humanidad, explicando así el Fuego Ígneo de la Tierra,
como el Fuego Ígneo del cielo a través de los meteoritos, a través del Sol, a
través de los volcanes de la Tierra, o de los movimientos del manto terrestre, os
señala, indudablemente, que la Luz ha restablecido su reino, permitiéndoos
entonces, reencontrar de manera colectiva la Libertad, y para la Tierra,
reencontrar su espacio de Libertad nombrado Ascensión.
Entended bien
que a partir de hoy, ya no son tiempos para querer progresar, de ninguna
manera, ya no son tiempos para buscar la Evidencia que está ahí, porque cualquier
búsqueda, más que nunca, os aleja de la Verdad y de lo que hay que vivir. La
llamada al orden de la Luz es tal, colectivamente e individualmente, que cada
circunstancia de vuestra vida, sea cual sea su naturaleza, os lleva
sistemáticamente a reposicionaros ahí donde todo es vacuidad, ahí donde todo es
Verdad.
Como ya anunció María, Reina de los
Cielos y de la Tierra, el tiempo de la gestación, para la Tierra y para
vosotros, se acaba ahora en este mes de diciembre del año 2017. Se os ha dicho
que no busquéis la fecha o la esperéis, porque solo tenéis que tratar de ser
vosotros mismos. Cualesquiera que sean las apariencias de la dureza de este
mundo y de vuestra vida, sabed que, vengáis de donde vengáis y estéis donde
estéis situados, todos tenéis la misma capacidad para encontrar vuestra
eternidad, desde el momento en que la noción de sacrificio sea acogida y
aceptada. Para eso, solo necesitáis ser cada vez más simples y no preguntaros sobre
el día de la Llamada de María o de cualquier acontecimiento que ocurra tanto en
vuestro interior como en la escena de este mundo, porque cualquier
acontecimiento que suceda, de la naturaleza que sea, solo refleja la
instalación definitiva del reino de la Luz en esta Tierra que vive en este
momento la fase final de su Ascensión.
Depende de
vosotros, que permanezcáis en ese estado de vacuidad, en ese estado de
simplicidad, para que vuestra Resurrección en la Eternidad pueda producirse
ahora, para pacificar, no a vosotros mismos sino lo que queda por pacificar
dentro de la revelación de la oscuridad de este mundo.
Nada de lo que
haya podido estar oculto durante estos meses, podrá quedar ocultado, de la
forma que sea.
Solo hay dureza
en la resistencia, mientras que en el Abandono, la Acogida y la Crucifixión
está la ligereza de la Resurrección. Vuestro posicionamiento no depende ya de
ningún pensamiento, de ninguna creencia o adhesión a cualquier concepto, sea el
que sea, solo existe a partir de ahora, con la presencia del Arcángel Uriel
conjunta con la mía, más cerca de vosotros, un poder de resolución como ningún
otro para derribar las resistencias que están relacionadas con vuestro cuerpo,
con vuestra vida, con vuestras creencias, vuestras ideas, vuestros pensamientos
o incluso vuestro apegos.
En otras
palabras, nada puede mantenerse ante la Luz, nada ilusorio puede quedar en la
Verdad. Eso es lo que estáis presenciando en vosotros, a vuestro alrededor y en
todo el mundo.
Aquellos de
vosotros que vivís la vibración y percibís las Coronas, la alquimia de la
MerKaBah interdimensional, por medio de la Lemniscata Sagrada, ha permitido y
permitirá cada vez más, desplegar el quinto Elemento, el Éter, facilitándoos la
percepción, para un número restringido de vosotros, de la realidad de vuestro
cuerpo de Eternidad, que duplica vuestro cuerpo físico. Esto está acompañado en
los primeros momentos, por cambios súbitos y repentinos de vuestras
percepciones energéticas, la percepción de la ubicación de vuestro cuerpo y, sobre todo, por trastornos térmicos
repentinos y extremadamente violentos.
Los ciclos de
sueño, de la alimentación, los ciclos relacionales, ya sean emocionales,
fraternales, amistosos o sociales, serán modificados y transmutados por los
mandatos iterativos de la Luz que desde ahora hasta la Llamada de María, no
cesarán y serán cada vez más importantes en duración e intensidad. A través de
los mandatos de la Luz acompañando la Ascensión final de la Tierra, será como
se encontrará en vosotros el espacio de resolución, por la Inteligencia de la
Luz y la Gracia del Amor. Dicho en otras palabras, todo lo que creéis que
concerváis, se escapará, todo lo que creéis poder preservar de vuestro efímero,
se desvanecerá entre vuestros dedos, sólo la Eternidad, vivida y asumida más
allá del proceso de vibración, os permitirá ser libres dentro incluso de este
mundo, antes de la Llamada de María.
Entonces, cada
día, sois más los que descubrís la Verdad, esa verdad que no necesita palabras,
ni escenario, ni historia, ni espera ningún elemento exterior o interior a
vosotros mismos. Ahí está la evidencia del Amor, Ahí está la evidencia de la
Luz.
Sean cuales
sean las manifestaciones de la Tierra, cada vez más violentas, sean cuales sean
las manifestaciones de vuestra persona en vuestro cuerpo y en vuestra historia
o en vuestros pensamientos o creencias, eso no representa ninguna diferencia
porque la majestad de la Luz actúa ella misma logrando, por el Abandono y la
Acogida que realizáis, la última transmutación de lo que debe ser. Recordad que
no podéis controlar la energía, la vibración y la conciencia, y para muchos de
vosotros, que hasta ahora podíais todavía controlar vuestra vida, eso
desaparecerá y será reemplazado por la felicidad y la beatitud, del mismo modo
que vivieron en su tiempo las Estrellas y os lo contaron.
Así pues, ya
sea en este momento o cuando escuchéis, oigáis o leáis mis palabras, os
propongo, que dejéis durante el resto de la hora que nos han asignado, que esta comunión de corazones en el Fuego
Ígneo, se realice en vosotros. No busquéis nada, no pidáis nada, no observéis nada,
estad simplemente ahí, como estáis ahora y en el lugar que sea de la tierra.
…Silencio…
Mis palabras,
dentro de este espacio que se nos ha asignado, serán cada vez más espaciadas.
Las palabras que exprese, se unirán a la presencia del Arcángel Uriel en cada
uno de vosotros, como en mí mismo.
…Silencio…
Deja que el
silencio de tu Presencia, revele tu Esencia.
Tú, en tu nuevo
nacimiento, renace de nuevo en la Verdad, donde no hay necesidad de coartada, ni forma, ni
espacio, ni tiempo, ni dimensiones.
…Silencio…
Entonces, el
canto del Silencio, se eleva en ti y allí permanecerá donde nada puede medirse
o contarse, allí donde toda forma es superflua. Allí donde el tiempo no cuenta
ya y donde ningún espacio, ni ninguna dimensión están separadas.
…Silencio…
Dejando mostrar
la evidencia del Amor, que ninguna ley puede enmarcar, que ningún territorio
puede limitar.
…Silencio…
Entonces, en la acogida de nuestro
corazón Uno, se desvela lo Inefable.
…Silencio…
Escucha y oye lo que te dice el
Silencio, lo que te dice la Verdad.
…Silencio…
Déjate ser la fuente de vida y la
fuente de toda conciencia. Déjate ser, sin restricción, sin pedir nada y sin
esperar nada.
…Silencio…
Más allá de toda percepción y de
toda visión.
…Silencio…
Tú, el amigo y el amado. Tú, que eres anterior a toda
forma como a todo nombre, anterior a toda creación, es el gran momento de
responder a la Llamada. El tiempo de la Alegría, los últimos tiempos son para
ti los primeros tiempos porque en la Luz y en el Amor, no hay nada que ganar,
porque todo ya está allí. Ninguna falta debe abrumarte porque el Amor lo llena
todo.
…Silencio…
En la comunión
de los corazones, de este instante, todos vosotros sois el Camino, la Verdad y
la Vida.
…Silencio…
Desde ahora, cada día, cada momento
que transcurra en el tiempo ilusorio de este mundo, te da la Paz, más allá de
cada palabra y de cada mirada, independientemente de cualquier opinión o
resistencia porque la Evidencia no puede esperar otro momento.
…Silencio…
Deja también que el Fuego Ígneo te
revele y te muestre lo que eres, porque desde ahora, nunca más, el olvido o la
muerte, podrá afectarte o alterarte.
…Silencio…
En esta comunión, se realiza y se
vive la unión a la Libertad.
…Silencio…
En este Silencio, todos los verbos
están presentes; en este Silencio, el corazón se enciende dentro de sí mismo,
poniendo fin a la ignorancia y a toda resistencia.
…Silencio…
En el Fuego Ígneo del Amor, no hay
nada más que esperar y mucho menos, temor.
…Silencio…
Soy Mikaël, Príncipe y Regente de
las Milicias Celestiales, llevando la radiación de Uriel, en el Blanco
inmaculado de vuestro Corazón.
Os dejo terminar en la comunión
silenciosa de todos los corazones reunidos en este instante y saludo a todos
vosotros en vuestra eternidad y en vuestra paz, dejando desde ahora que se
despliegue la comunión de los corazones en este Fuego Ígneo, en el Silencio
porque ahora, cada palabra será superflua.
…Silencio…
Soy Mikaël, Príncipe y Regente de
las Milicias Celestiales; os saludo en la Eternidad, y dejad que el Silencio
establezca la Verdad, totalmente.
…Silencio…
***