Cuaderno de
abril 2016: Crónicas de la Ascensión
Crónicas de
los Melquisedec: El Masculino Sagrado
Y bien, mis amigos soy
Osho, os saludo y os amo.
Vengo hoy, a hablaros de
una única palabra, y únicamente de una: la Ligereza. Porque la Ligereza
acompaña a todas las palabras explicadas, en su sentido más íntimo, durante las
Crónicas de los Melquisedec.
La Ligereza es exclusiva al
Amor, la Ligereza es privilegio de lo Verdadero, la Ligereza no tiene nada que
hacer de la pesadez de este mundo que termina. El Amor es un fuego, un fuego
devorador, y donde, sin embargo, nada puede ser serio, porque justamente el
Amor es Ligero, Simple, Infantil, Espontáneo y natural.
Si estáis en la Dicha, y si
estáis en Paz, os volvéis livianos, cualquiera que sea vuestro peso,
cualesquiera que sean vuestros males, y cualquiera que sea vuestro mundo
interior y exterior. Servir, darse a sí-mismo es un acto de aligeramiento. El
Amor es Ligero. Cuanto más denso sea, diría yo, más nos vuelve ligero. Os invito
entonces, a ser ligeros, os invito a no tomaros en serio, de reír y de bailar,
os invito, por esta Ligereza, a dejar la vida fluir. Y no se ocupen más de
vuestra vida, sino de la Vida. Vayan, diría yo, en el sentido de la ola, en el
sentido del viento, en el sentido del fuego, que es Ligereza, y en el sentido
del aire que atiza el fuego, sopla sobre el agua y os eleva.
… Silencio…
La Ligereza es exclusiva
del Liberado. Que éste sea sufí, que sea oriental u occidental, que sea de hoy,
o de hace mucho tiempo, hay siempre la Ligereza. La Ligereza es el signo mayor
de la Libertad. El aligeramiento que está en curso es bien real. En el Amor,
nada puede permanecer pesado, nada puede permanecer opaco ni complicado. El
Fuego del Amor se eleva de vuestro Corazón. También, ha sido llamado el Corazón
Ascensional o la Corona radiante alta.
El niño es ligero. En la
Ligereza, no hay lugar para el tiempo. No hay lugar para cualquier evento,
incluso el más importante que deba vivir esta Tierra. En la Ligereza, no puede haber
ninguna preocupación por lo que sea. Esto puede ser desconcertante para
vosotros porque en este mundo, aprendisteis a controlar, a dominar, a organizar
en todos los sectores de vuestra vida; pues este mundo lo necesitaba. ¿Y ahora
que este mundo muere, que vais hacer? ¿Mantener lo pesado, mantener los
obstáculos o acompañar la Vida en su Ligereza?
Entonces diviértanse,
bailen, canten y ríanse, no solamente al exterior, sino y, sobre todo, en
vuestro interior. Ríanse de vosotros-mismos, es el mejor modo de serviros a
vosotros-mismos, en vuestra Eternidad. La Vida es una sonrisa y una risa
permanente, para aquel que sea Liberado de lo antiguo y Liberado de si-mismo.
Todo es ocasión de Devoción, de Amor, de Dicha, incluso el sufrimiento, y el
dolor.
Volverse ligero no es
tampoco el hecho de vuestra voluntad, es el hecho de la Evidencia de la Luz y
de su danza, de la Evidencia del Amor y de la Evidencia de la Verdad. Fue dicho
que la Verdad os liberara, pero ella os hace ante todo ligeros, antes de ser vivida
totalmente. Ligeros de pensamientos, ligeros con las palabras, ligeros de
conciencia, ligeros en los gestos, y relaciones. Lo que no es ligero, que sea
en vosotros o afuera, no es Real. Pero por supuesto, cuando estamos sobre la
Tierra, estamos todos acostumbrados a la densidad y la gravedad, y no hay un
juego de palabra. Os recuerdo que la gravedad está directamente ligada a las
fuerzas de compresión y encierro, que ya han sido disueltas. Solo quedan unos
fantasmas de la predación arcaica, en vosotros como también alrededor vuestro.
¿Entonces qué queréis alimentar? ¿Queréis alimentar lo denso y el sufrimiento?
¿O queréis alimentar la Ligereza y la Dicha? ¿Qué queréis absorber? ¿Qué
queréis emitir? ¿Quién sois? ¿Sois ligeros o sois pesados?
La Ligereza de la que hablo
no es solamente un peso físico que sea medido, o bien psicológico. Es la
Ligereza total de la conciencia y de su Libertad. Libertad expresada y vivida
desde dentro y que se traduce hoy, como lo decimos desde hace varios días, en
todos los sectores de la Humanidad. Los hay, entre los hermanos y hermanas, que
temen el infierno, o que esperan el paraíso. Todavía no entendieron que el
infierno y el paraíso se juegan ambos aquí-mismo, y que ninguno de los dos
existe. Sólo existe, en definitiva, que la Ligereza.
La Ligereza es
transparencia. Ella no se acomoda de ninguna ilusión o falsedad. Entonces
véanse. ¿Sois ligeros? ¿Acaso vuestro humor es ligero? ¿Acaso vuestra sonrisa
es ligera? ¿Acaso vuestros gestos son dulces? ¿Os sentís liviano? No hablo de
vuestro peso, hablo de vuestra conciencia. Si sois Amor, sois ligeros, y no
podéis estar serios. ¿Cómo es que el Amor podría ser serio? Eso lo ilustre
durante mi vida.
Vayan en el sentido de la
corriente. Sigan el sentido de la vida. No se preocupen de las necesidades
ordinarias y arcaicas ya obsoletas, incluso si las vivís todavía. Vayan también
hacia lo que os alivia, encuéntrenlo, compartan vuestras experiencias, lo que
tenéis a compartir. Y, sobre todo, no se tomen en serio. El Amor es demasiado
importante para ser serio – él es Ligero.
Entonces véanse. ¿Sois
ligeros? ¿Cómo el ángel que se eleva por sus alas, y vosotros por vuestro
Corazón? Porque el Corazón os eleva realmente, más allá de todas las
apariencias e ilusiones de este mundo, así como de todas sus vicisitudes. La
llama del Amor os hace tomar altura, no para huir lo que está en el suelo, sino
más bien para alumbrarlo de otro modo, y no estar más sujeto a lo pesado y a la
predación.
Vean vuestras relaciones.
¿Son auténticas, transparentes, simples? ¿Salís ligero de toda relación, o bien
agravado?
Desde el instante en el que
aceptáis, de no más mantener nada y en cuanto ya dieron el adiós a
vosotros-mismo, a vuestra vida, a vuestros apegos, entonces sentís la Ligereza.
Recuerden que no es cuestión de apartarse de sus responsabilidades, sino más
bien de transmutarlas por la Ley de Gracia y por la Ley del Amor, la Ley de
Uno, la que no conoce ningún «dos».
Ser ligero, es estar
sereno. Es ver claro, y es ser Verdadero. No hay ninguna verdad en lo pesado,
sólo hay contradicciones, encierros e ilusiones. Háganse Ligero, si aún no está
hecho, y veréis la Verdad, y viviréis la Verdad.
Si sois Ligero y si os
eleváis suficientemente en esta Ligereza, viviréis vuestra Humanidad con
sencillez, vuestra Ascensión y vuestra Liberación también. Incluso diría, que
cuanto más ligera, más vuestro mundo se aligera alrededor vuestro. La densidad
y lo que es pesado no puede nada contra lo que es ligero y alegre. Además, esta
Alegría y esta Paz, como sabéis, no dependen de ninguna satisfacción. Esta
Dicha y esta Ligereza, no dependen de ningún éxito, pero tampoco de ningún
fracaso. La Ligereza no se ve concernida por la persona, entonces si queda algo
de peso, de serio, es que vuestra persona todavía está en la escena. El Amor no
puede ser pesado, no puede ser opaco, no puede mentir, ni mentirse a si-mismo;
esto es del ego.
La Ligereza se acompaña de
una forma de despreocupación que no es una falta de responsabilidad, sino más
bien la trascendencia de la responsabilidad, cualquiera que sea.
¿Qué tengáis un niño
difícil en casa, o un cónyuge difícil, qué importancia tiene? Sean ligeros y
todo se aligerará alrededor vuestro. Sean ligero con vuestro banquero, aunque
no haya nada en vuestra cuenta; sean ligeros con vosotros. Hagan la
experiencia. Sean dulce con la Vida, con la Luz, y el Amor emergerá de modo
cada vez más flagrante, y a veces espectacular, y en otros casos de modo muy
simple, muy humilde. Sean benévolos. Sean humildes, porque ser humilde nos
vuelve ligero. En cuanto no hay más roles, o funciones que mantener, todo se
celebra por la Inteligencia de la Luz, y el resultado es la Ligereza.
Lo pesado es una creencia.
Lo serio es inherente a este mundo, y a toda forma de organización creada,
incluso en nuestros mundos, para un fin específico. No creáis que todos los
viejos barbudos que me acompañan sean serios; son también ligeros. La seriedad
podrá tener su función, pero la Ligereza vive a dentro. Afortunadamente, para
todos.
Sean cada vez más presente
a esta Ligereza, susurren lo que susurren vuestros pensamientos, y vuestro
mental. Además, comprobareis cada vez más que el menor pensamiento, la menor
búsqueda de explicación será agravante. Lo que es pesado viene siempre de la
persona, lo que es Ligero viene siempre del Amor. Entonces, vean lo que se
aligera. Y si no veis nada aligerarse, es que decididamente estáis demasiado
pesados. Pero no juzguen, no condenen. No procuren mejorar, a progresar, porque
allí también esto se volverá una ilusión. Dejen la alquimia vivir-se, dejen el
Fuego del Amor devorarlo todo. No hay nada que perder, es lo pesado lo que os
hace perder. La Ligereza es siempre ganadora, porque el Amor siempre es
ganador, cualesquiera que sean las apariencias y cualquiera que sea el tiempo
ilusorio que esta por vivir.
Ciertamente, muchos de
entre vosotros pueden encontrar el tiempo largo y pesado. Pero nada os impide
volveros hacia la Ligereza que sois. Si os veis pesado, entonces no miren más.
Miren allí donde está la Luz, y aprovechen la Luz. Aprovechen del masculino
sagrado; cuanto más el masculino arcaico patriarcal sea pesado y muerto, tanto
más el masculino sagrado será Ligero.
Casi sería, diría, una
dulzura afeminada, pero no hay más sexo. Por cierto, hay órganos, hay
funciones; algunas de las funciones del cuerpo son más ligeras, otras más
pesadas.
Dejen lo ligero aparecer en
todas partes. Dejen la Inteligencia de la Luz rendiros a la Dicha. No acepten
lo pesado, sino acojan todo Amor que entra, o que sale de vosotros, incluso en
circunstancias que os parecerán a veces incongruentes. Es verdad que abrazar a
su banquero cada día no es algo de fácil. Y, sin embargo, es lo que os alivia.
Perdonen al que os ofendió, o en todo caso si así lo creéis. Amen todavía más
aquel que os hizo o hace sufrir, porque es indiscutiblemente vuestro maestro -
incluso si podrías cualificarlo de obscuro o de negro. Pero era lo negro y
obscuro que os hacía falta para aligeraros.
¿Cómo ser Ligero? Como
dije: abandonando lo pesado, y dejando la conciencia aparecer. ¿Qué conciencia?
La qué es supra-consciencia de ella misma, que viene a bañar, si puedo decir,
lo que es pesado, hacerlo menos denso, más transparente. Si hay Amor, hay
Alegría, lo sabéis. Si hay Amor, hay Paz. Si hay Amor, hay Benevolencia, hay Libertad
y hay Autonomía. Y todo esto sólo puede ser Ligero.
En el Amor, no puede
existir ni culpable, ni responsable, porque todo es armonía. Y todo está en
orden, sin buscar el orden.
Entonces lo que la Vida os
propone vivir, en eventos, como dijo mi predecesor, que pueden ser cada vez más
flagrantes, dejen el Amor ganar, dejen la Ligereza ser. Comprobareis también,
para seguir lo que decía Un Amigo, que cuanto menos haya juicio en vosotros, y
diría incluso, menos opinión a dar, sobre quienquiera que sea, o sobre lo que
sea, más os hace Ligeros. Y si juzgáis o emitís una opinión salida de la
persona concerniendo a otra persona, entonces sentiréis el peso, este peso que
puede ir hasta el pesar o culpabilidad, que son unas estrategias de la persona.
Pero, en definitiva, si lo veis, se aligerará.
No podéis estar en el
servicio sin Ligereza. Por supuesto, las organizaciones y sistemas de este
mundo van a intentar haceros entrar en marcos, incluso a nivel de la
espiritualidad: aquel es así, aquel es aquello.
Desvíen vuestra conciencia
de lo que no es Ligero. Por supuesto, podéis verlo - es hasta deseable de
verlo, en vosotros como alrededor vuestro - pero después, sean ligero. Que ha
sido visto, ha sido alumbrado, y de todos modos lo que no se ha visto y no es
todavía suficientemente alumbrado se hará tan pesado, a llevar o a vivir, que
vuestra oración se hará allí también, Ligera y Evidente.
El Fuego del Espíritu es un
bautismo de resurrección y de regeneración. El Fuego del Espíritu pone un toque
final a la Ascensión y a la Liberación, en vuestra propia transmutación. ¿Cómo
es que, lo es que inteligente y natural podría ser pesado o complicado? Y
luego, como dijo nuestro Comendador: aquel que dice, es el que es. Reflexionen
sobre esta frase. Lo que emiten por fuera os volverá - porque todo es Uno - y
cada vez más. No hay lugar para otra cosa, porque toda cosa sería muy pesada y
se haría cada vez más pesada a llevar o a vivir.
La Ligereza acompaña el
Amor al igual, como dije, que la Paz y que todos los calificativos que han sido
explicados últimamente.
No tenéis que buscar la
Ligereza. Ella es de ella-misma está allí, en cuanto que vuestra conciencia se
desplazó ligeramente. El Fuego del Amor, el Fuego del Espíritu, son fuegos
devoradores que devoran de hecho sólo las ilusiones, las creencias y pesadez.
El Fuego se eleva, y os vuelve más ligeros.
La Ligereza os permite de
aceptar con la misma alegría todo lo que se produce en vosotros como en vuestra
vida. Porque sabéis que no sois ni vuestra vida, ni este cuerpo, que sólo vivís
en ellos. Que sea un saco de carne, Templo, o maravilla de energía, eso no
cambia nada. Superen los conceptos, superen incluso mis palabras.
¿Queréis ser realmente
Ligero o aprecias vuestra pesadez, vuestras pertenencias? Porque todo lo que es
adquirido en este mundo es un freno a vuestra Libertad, y os densifica y
agrava.
Todo lo que os digo, como
todo lo que dijimos unos y otros, está directamente relacionado a la
manifestación del Amor tangible, a través del Masculino sagrado.
… Silencio …
Recuerden también que soy
“Osho” (Au chaud, en francés), y como tal, estoy “Al calor” en
vuestro Corazón.
Cuando hay Ligereza, hay
fuego. Cuando os eterizáis por la acción de la Luz, entonces perdéis agua,
sudáis, o de golpe os heláis. No hay necesidad de explicarlo, lo ligero aparece
en estos casos en vosotros.
¿Vuestro cuerpo siente
algunos dolores? Si estáis realmente enfermo, vayan a ver a un médico,
cualquiera que sea, pero lo más a menudo son sólo ajustamientos entre lo
verdadero y lo falso, una transmutación de lo falso por lo verdadero - y pues
el Amor - que viene en cierto modo des-densificar, des-cristalizar, disipar, y
finalmente evaporar lo que no procede del Amor.
… Silencio …
Hagan de toda vuestra vida,
en cada acto, en cada circunstancia, un momento de Ligereza y un momento de
Paz, con el fin de no dejaros llevar, si puedo decir, por la cristalización de
la conciencia, que esto concierna a las utopías positivas de este mundo, que
esto concierna a las ilusiones espirituales de las fuerzas llamadas
Luciferinas. Sean ligeros, y no podréis ser atrapado por ningún fantasma de
vuestro pasado, como ningún fantasma de este mundo.
La Ligereza, es también no
cristalizar de nuevo en sí un resentimiento, un conflicto, una búsqueda, un
miedo. Vean a todo esto que se eleva y desaparece, a veces con mucha intensidad
y mucha presencia. Pero estas presencias no son vuestra presencia.
La Ligereza, es también la
capacidad de ver más ampliamente. Es decir, no solamente más allá de las
apariencias, pero de tener en cierto modo la intuición directa de la visión del
Corazón, de los hechos y circunstancias del Amor y no de una situación, ni de
un conflicto.
… Silencio …
La Ligereza os conduce
también a vivir el Cristo y a seguirle, poniendo fin directamente, a nivel de
vuestras estructuras efímeras, a la matriz Arcóntica que es reemplazada por la
matriz Cristica, y ahí también hay un Fuego del Amor.
… Silencio …
La Ligereza os impide
también de dar media vuelta en el seno de la densidad, y de la satisfacción
personal de cualquier deseo que sea.
La Ligereza quita el peso
de vuestras posesiones cualesquiera que sean, que os lo recuerdo os poseen. La
Ligereza concurre a la Libertad, pero es también el marcador de la Libertad. En
la Ligereza, ninguna emoción puede durar. Ella puede aparecer y reaparecer,
pero no puede resistir, y sobre todo no puede arrastrar vuestros pensamientos y
vuestro mental. En la Ligereza, comprueban, así como en vuestras alineaciones
en el seno del Último o en el Corazón del Corazón, los pensamientos van y
vienen y no pueden fijarse más, o entonces se fijan menos tiempo, pudiendo
arrastrar una desaparición mucho más fácil.
La Ligereza es también en
cierto modo el catalizador de vuestra desaparición. Es el testigo y el
catalizador, es decir que va a permitir de realizar el Último - que ya está
aquí, os lo recuerdo, y que sólo el ego y sus gesticulaciones os impide de ver
y de vivir.
… Silencio …
En el seno de femenino
sagrado, ha sido dicho que había una co-creación consciente expresada en este
mundo o expresada en el otro mundo, aquel que es libre. Si me atrevo, diría que
el femenino sagrado es más denso y pesado que el masculino sagrado, pero la
unión de los dos da una nueva Ligereza, un nuevo vuelo de la conciencia que
permanece con los pies sobre tierra.
En la Ligereza, la Tierra
está viva. Sienten sus pulsaciones, sus calores, pasan cosas raras en vuestros
pies. No es la Onda de Vida, no siempre, sino es también el Fuego de la Tierra
y la Ligereza de la Tierra.
Y luego cuando la Ligereza
ha crecido y expandida suficientemente, hay silencio, porque ninguna palabra es
necesaria. Hay solo vuestra Presencia, y solo el Amor, con su comitiva de Paz,
de Dicha, de Infancia, de Humildad, de Espontaneidad, y de Benevolencia.
Cuanto más seáis ligeros,
más lo veréis, y más lo viviréis. Lo que digo aquí no es para en unos años, ni
mañana; ya ha comenzado. Pero tal vez estáis demasiado ocupados con vuestros
pesos para verlo y vivirlo. Pero no se inquieten, seréis alcanzados por ello.
No esperen nada, esto se hace, una vez más, naturalmente, sin esfuerzo. Y
cuanto más seréis espontáneos, menos necesitareis de reflexionar, de sopesar
los argumentos uno detrás de otro. Las decisiones emanarán de vosotros de
manera espontánea y natural y estaréis sorprendidos de ver que la decisión, el
paso al acto, llega en condición previa a toda discusión interior intelectual
nacida de vuestros conocimientos o experiencias, poniendo fin a toda ilusión de
control y de dominio de vuestros pensamientos y emociones, y de vuestra vida.
Complicando y embrollando, si puedo decir, lo que podrías todavía valorar en
vuestra historia personal en esta vida, o en otras vidas.
Vivir esta Ligereza, es el
pasaporte para la Eternidad. Es el testigo del Amor y es la encarnación del
Amor.
… Silencio …
En el Amor y en la
Ligereza, incluso una pena importante vuelve a ser ligera muy rápidamente. En
el Amor y en la Ligereza, no necesitáis de controlar, de dirigir, porque no
sois el director de orquesta, ni incluso el actor - sois la Vida. Y veis la
perfección de la Vida, cualesquiera que sean las circunstancias de vuestro
mundo, dentro y fuera.
Todo esto se realiza, no
sólo por la aparición de la Luz de manera visible sobre la Tierra, también en
el trabajo de Mikaël y vuestro trabajo, así como el trabajo de la Tierra. Pero
este trabajo no es pesado ni denso, no es una labor; es Libertad, y es
espontáneo.
Y veis la perfección de la
Vida, cualesquiera que sean las circunstancias de vuestro mundo, dentro y
fuera.
… Silencio …
Si todavía existe en
vosotros un sentimiento o una percepción de vivir una pesadez, cualquiera que
lo sea el origen aparentemente exterior, si está en vosotros, si es vivida, es
porque lo permitió. Y esto nunca puede ser de otro modo. Entonces a través de
esto, no alimenten la culpabilidad o una búsqueda exterior, sino que háganse
ligero. Si empleo la palabra de Ligereza o de pesadez, o de densidad, es porque
es así muy exactamente como lo percibiréis en el momento cuando esto se
produzca. Si esto ya se produjo, entiendan perfectamente esta noción de
Ligereza y de pesadez o de densidad.
El Amor más ardiente, este
Fuego que parece salir de vuestro corazón, incluso si os parece invasor y
pesado, si os aparece así, es que la persona todavía hace pantalla, porque yo
diría que el Fuego del Corazón, cuando la Corona radiante del corazón y el
Corazón Ascensional está perfectamente activo, se vuelve un Zafiro ardiente de
Amor, y que no tiene ningún peso.
Todo que se celebra en este
momento, en vosotros como sobre este mundo, sólo es una invitación en el
corazón, al Corazón del Corazón, y a la Ligereza, y a la danza, y a la
inmovilidad.
Cuanto más vayan o irán en
el sentido de la corriente de la Vida, la verdadera Vida donde todo es Uno, más
comprobarán la evidencia de las palabras que hemos pronunciados, que habéis
leídos durante esta Crónica de la Ascensión de los Melchisédech.
… Silencio …
Cualesquiera que hayan sido
vuestras experiencias y peripecias, yo diría desde mucho tiempo, diez, veinte,
o treinta años según la edad, su peso y su influencia disminuyen cada día. Es
por eso que os parece perder la memoria u olvidar las cosas. La Eternidad no
tiene nada que hacer de vuestros recuerdos, eso lo sabéis, de vuestras
experiencias pasadas, y vidas pasadas en el seno de la Ilusión. Haciéndose cada
vez más ligero, comprueban que no hay ninguna progresión a buscar o que haya
que buscar, que todo es perfecto de golpe, y cada vez más evidente. Si es
todavía oscuro, es porque aún estáis demasiado pesado. Entonces alíviense, y
acojan. Y dejen emanar lo que Sois.
De todos modos, no tienen
nada que perder, todo lo contrario, porque todo está ya perdido en la Ilusión,
incluso vuestro mundo. Basta con mirar alrededor vuestro. Pero lo que está
perdido no es nada, porque lo que murió debe ser enterrado, con el fin de que
la magnífica Ciudad de cristal llamada Yerushalaim aparezca - en vuestro
corazón primero -, una vibración de cristal tan fina y elevada que os
transporta en éxtasis cada vez más rápidamente. Y si en el momento de vuestras
desapariciones, no hay éxtasis - sois liberado por supuesto -, pero esto quiere
decir que vuestra persona todavía juega poco con ello. Quiero decir por ahí
también que cuanto más sois ligero, más tendrán la posibilidad de observar los
mecanismos que se celebran en vuestra intimidad y en vuestra conciencia, que
estéis en oración, en meditación, en sueño o en disolución.
Sean también ligeros y
dulces con todo lo que encuentran, incluso un animal feroz (porque no será más
feroz del todo), hasta con un enemigo, o supuesto tal (él se derretirá delante
de vuestro encanto, de vuestro corazón por supuesto). Tendréis la oportunidad
de verificar que nada puede oponerse al Amor, y nada se puede comparar con este
Amor que no es para nada superponible a los amores condicionados por la carne,
por la sangre, por los apegos, por el sexo. Hasta, diría, la antítesis. Esto
aligera todas vuestras relaciones, las más dulces como las más duras.
Por supuesto, como el
conjunto de mis amigos Melchisédech, hablamos en futuro, pero este futuro ya es
aquí, y sois cada día cada vez más numerosos en descubrirlo, o a redescubrirlo,
más bien. Entonces si esto os parece duro, o demasiado duro, sobre todo si ya
conocéis un poco la Ligereza, entonces pidan a alguien de contar historias
divertidas, o vean un espectáculo que os haga reír. Diviértanse. La
espiritualidad no puede ser seria porque si no cae en el dogma, en el
sectarismo, en el dirigismo y en las religiones. La verdadera espiritualidad es
la de la conciencia y nada más.
Ella no necesita modelo,
necesita todavía menos religiones, y todavía menos necesidad de un
salvador.
Sean cada vez más
espontáneo. Espontáneo quiere también decir que a veces una palabrota llega
sobre vuestros labios. No bloqueen nada, pero sean Amor, cualesquiera que sean
las palabras. Y sean ligero, incluso si hay un resentimiento, es el único modo
de hacerlo desaparecer y no de tratar el resentimiento o de encontrar la
causa.
... Silencio …
Es tiempo ahora de parar
mis palabras, pero me permito de quedarme con vosotros. Que estáis aquí, que me
leyeron, quédense ahora con los ojos cerrados, y vamos a hacernos ligeros todos
juntos.
... Silencio …
Soy Osho. Os saludo y os
dejo en esta Libertad y en esta Ligereza.
Hasta
la vista.